Tras 29 horas y media, ingenieros levantaron la campana de seguridad, de 15 metros (50 pies) y 272 toneladas (300 toneladas estadounidenses), que estaba sumergida a 1,6 kilómetros (1 milla) bajo el mar. La infraestructura de cinco pisos irrumpió en la superficie del agua el sábado por la tarde. Parecía casi intacta, con algunas manchas negras sobre la pieza amarilla.
Agentes del FBI estaban entre las 137 personas a bordo de la embarcación Helix Q4000, tomando fotos y video de la infraestructura. Luego, escoltarán a la pieza hasta las instalaciones de la NASA en Luisiana para que sea analizada.
La campana de seguridad fue colocada en un dispositivo de metal, especialmente diseñado para sostener la pieza gigante. Los trabajadores permanecieron en silencio mientras ajustaban en el dispositivo, que chorreaba agua.