El delantero nacional que juega en el Hamburgo, Paolo Guerrero, podría ir preso por agredir a un hincha con un botellazo al finalizar un partido contra el Hannover en la temporada pasada, según señaló hoy la prensa alemana.
Guerrero arrojó una botella a la cara de un aficionado en abril, tras los reclamos airados del hincha por su desempeño en el campo. Ante lo sucesos el jugador fue sancionado con una suspensión por cinco fechas y tuvo que pagar una multa que el club donó a un proyecto benéfico para niños.
Pero cuando todo parecía haber acabado, el jugador enfrenta ahora sanciones que la fiscalía de Hamburgo ha abierto en su contra. Un portavoz judicial indicó al diario deportivo Sport Bild que el juicio se llevará a cabo en los próximos 15 días.
El jugador peruano podría ser acusado de lesión corporal, por lo que podría ser penado a prisión entre seis meses y diez años.
Finalmente, Guerrero comentó sobre la delicada situación que tendrá que vivir en los próximos días debido a tal error. "Por supuesto que fue una conducta errónea que lamento profundamente, me estaba yendo de la cancha muy frustrado porque no me sentía en forma después de la larga pausa por lesión", finalizó.