El arquero del Real Madrid, Iker Casillas, sufrió una agresión a penas terminó el encuentro contra el Sevilla, al cual los merengues vencieron en la semifinal de la Copa del Rey.
Un aficionado le tiró una botella al guardameta, la cual lo tumbó, inmediatamente fue rodeado por sus compañeros. Casillas se levantó y salió solo de la cancha.
El guardameta merengue, señaló a las cámaras de televisión que "es una pena que un estúpido, que los hay en todos lados, empañe la imagen de una gran afición". Porque hasta el momento los hinchas del Sevilla se habían comportado muy bien, informó RPP.