Sólo le bastó veinte minutos para que Carlos Marinelli cambiara la cara apática que la Universidad San Martín mostró hasta cierta parte del encuentro ante el San Luis de México.
Con su presencia en el campo llegaron los goles y la esperanza en la hinchada 'santa' que el fantasma de Pablo Vitti nunca más rondará en Santa Anita.
Para el atacante, el triunfo ante el Once Caldas en Manizales los obligaba a ganar en casa.
"Habíamos venido de un triunfo importante en Colombia y no podíamos perder en casa",sostuvo al final del encuentro.
Con este victoria, la San Martín se afianza en el primer lugar del Grupo 1 de la Libertadores con seis puntos