La mayoría de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo no saludables como el consumo de tabaco, la mala alimentación, la obesidad, la inactividad física o el consumo excesivo de alcohol.
Este estudio sugiere que los pediatras añadan las medidas de cintura a sus revisiones de rutina de los niños para ayudar a determinar el riesgo de trastornos relacionados con el corazón.