Un postre egipcio que derrocha excentricidad.
Lavar el trigo. Ponerlo en agua y dejar hervir, bajar la temperatura hasta que esté bien cocido.
Disolver la maicena en leche y azúcar, añadir al trigo moviendo hasta que tenga cuerpo y esté espeso.
Retirar del fuego, servir en platos , esparcir frutos secos. Introducir en frigorífico y servir frio.