Un guiso asopado, que puede servirse como único plato.
4 patas de conejo, deshuesadas y cortadas en trozos pequeños
1 nuez de mantequilla
25 g hongos secos
2-3 cucharadas de aceite de oliva
¼ de cebolla, pelada y picada finamente
350g arroz, de preferencia carnaroli
100 ml vino blanco seco
1.5 litros de caldo de pollo o verduras
40 g queso parmesano recién rallado
Sal y pimienta
10 g de mantequilla (opcional)
En primer lugar, remoje los hongos secos en un tazón de agua caliente durante 15 minutos.
Fundir una nuez de mantequilla y saltear los trozos de conejo muy suavemente durante 2-3 minutos. Sazone bien y reserve.
Para hacer el arroz, hervir el caldo en una cacerola y mantenerla a fuego lento. Calentar el aceite de oliva en una cacerola pequeña, agregar la cebolla y calentar durante 2 minutos con una pizca de sal, a continuación, agregar los hongos remojados. Rehogue unos minutos y luego añada el arroz y revuelva con una cuchara. Suba el fuego un poco y siga removiendo hasta que el arroz se vuelva opaco.
Vierta el vino, revuelva una sola vez, y luego deje cocer hasta que las dos terceras partes del líquido se hayan evaporado. Agregue dos terceras partes de caldo de pollo caliente y un poco de sal. Revuelva cada 3-4 minutos y cocine a fuego lento durante unos 12-15 minutos, añadiendo un poco de caldo más caliente según sea necesario. Remueva los trozos de conejo. Compruebe la textura del arroz, debe quedar “al dente”. Añadir el resto del caldo y cocer durante otros 2-3 minutos.
Justo antes de servir, agregue el queso y la mantequilla.