Sorprende a tus amistades con este postre delicioso
3 huevos
Medio vaso de azúcar
Medio vaso de café frío
Un chorrito de licor (Amaretto, Ron o Brandy)
250 gr. de mascarpone
Bizcochos de soletilla o lenguas de gato
Cacao amargo en polvo para espolvorear
En un bol, mezclamos tanto el medio vaso de azúcar con las 3 yemas de los huevos, hasta que se quede una pasta homogénea. Una vez bien mezclada, poco a poco vamos añadiendo el Mascarpone y removiendo sin parar para que no quede ningún grumo.
Por otra parte, las claras que hemos apartado de los 3 huevos, las montamos a punto de nieve utilizando unas varillas o un robot de cocina – mucho más aconsejable el segundo, si no queremos terminar con el antebrazo molido -.
Una vez montadas las claras al punto de nieve, las añadimos a la pasta de azúcar, yemas y mascarpone, poco a poco y sin dejar de remover – eso sí, no demasiado rápido para que la pasta no baje su volumen más de la cuenta -.
En otro bol aparte, añadimos el medio vaso de café frío y un chorrito del licor que hayamos elegido – el Amaretto es el original, pero si no disponemos en casa, cualquiera de los que te hemos enumerado, te servirá. Recuerda no echar demasiado licor si no queremos que el tiramisú tenga un gusto demasiado fuerte -. En el bol de café con licor, vamos bañando los bizcochos de soletilla o lenguas de gato, sin empaparlos o nos quedaremos sin café+licor en los 3 primeros.
Una vez terminada todas las secciones, nos disponemos a colocar todo en una bandeja. Primero una capa de bizcochos, después una de crema, luego otra de bizcocho y finalmente con el resto de crema. Para finalizar el tiramisú, espolvoreamos cacao amargo en polvo por encima y solamente debemos esperar a que esté bien fresquito dentro del frogorífico para servir.