Tradicional postre limeño, que se está quedando en el olvido
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Luego de sancochar los camotes, los aplastamos hasta obtener un puré muy fino. Preparamos almíbar con el azúcar y lo añadimos al puré. Esperamos a que el postre adquiera su punto. Cuando comience a hacerlo, retiramos el preparado del fuego y agregamos las yemas batidas poco a poco. Seguidamente, colocamos nuevamente el dulce en el fuego, agregamos el vino y la canela, movemos por unos minutos hasta que se pueda observar el fondo de la olla y, en ese momento, retiramos la preparación. Se deben formar con la masa aún caliente porciones en forma de panecillos decoradas con grajeas. Servir frio.