La trucha siempre es bienvenida a la mesa, una receta sencilla, la cual podemos acompañar con una ensalada.
Limpiar bien la trucha, dejándola escurrir sobre papel de cocina y salarla bien, la noche anterior.
Salpimentaremos la trucha, por dentro y por fuera.
En una sartén con aceite la freiremos bien por ambos lados.