Tiene todo lo que un buen postre debe tener mucho dulce, mucha crema y muchas calorías.
Seis porciones, potes de 8-10 cm de diámetro y 5 de alto
8 yemas de huevo
1/3 taza de azúcar blanca
2 tazas de crema de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/4 taza de azúcar (para la cobertura de azúcar)
Precalentar el horno a 150 º C. En un bowl grande, batir las yemas y el azúcar hasta que ésta se disuelva por competo y la mezcla quede densa y amarillo pálido. Agregar la crema y la vainilla, y continuar batiendo hasta que la mezcla quede uniforme. Asegurarse que no queden burbujas.
Dividir la mezcla en los 6 potes y ponerlos a baño maría (sumergidos en agua caliente), yo sugiero en una asadera grande con dos o tres centímetros de altura de agua. Meter todo en el horno por 50 o 60 minutos, hasta que los costados estén cocidos, pero un poco flojo todavía en el centro. Sacar del horno y dejar los potes sumergidos (en el baño maría caliente) hasta que se enfríe.
Sacar los potes del baño maría y dejar enfriar por 2 horas (o hasta 2 días, si quieren todo perfecto). Antes de servir, cubrir con aproximadamente dos cucharaditas de azúcar a cada pote y dorar con el soplete. Si no tienes un soplete pero si un grill (o calienta-platos) utiliza eso.