Un plato sencillo y rápido que nos puede sacar de un apuro, y ni hablar de que a los niños les encanta.
350 gramos de macarrones
1/2 litro de leche
2 cucharadas de harina
50 gramos de mantequilla o margarina
50 gramos de queso rallado
1. Se ponen a cocer los macarrones en abundante agua con sal durante 15 minutos. Se escurren y se preparan en una fuente.
2. Se hace la salsa con la leche, que se pone a hervir, y se vierte la harina disuelta en un poco de leche fría. Se deja cocer.
3. Se vierte sobre los macarrones. Se cubren con el queso rallado y la mantequilla y se gratinan en el horno.