Es muy sencilla de preparar y lo mejor es que resulta muy buena para acompañar patatas cocidas y carnes.
1/4 l de aceite de oliva
5 diente/s de ajo
1 unidad/es de huevo cocido
sal
En un mortero pon los dientes de ajo pelados con un poco de sal para que no se resbalen y májalos hasta convertirlos en una pasta, la yema de huevo también majada y ve echando poco a poco el aceite sin dejar de mover y no añadiendo más aceite hasta que no haya quedado bien incorporado lo anterior.