Ayer, a través de su columna de opinión en el diario El Comercio, el escritor Mario Vargas Llosa denunció que el gobierno del presidente Alan García ordenó a los servicios estatales de inteligencia destruir la campaña del candidato presidencial Ollanta Humala, y que esta denuncia proviene “de militares y civiles del servicio de inteligencia indignados de que se los utilice para fines políticos ajenos a su misión específica”.
El premio nobel sostuvo que los servicios de inteligencia aplicarían el “Plan Sábana”, el cual consiste en usar “metodos delictuosos, espionaje telefónica, operaciones calumniosas y escandalosas filtradas a la prensa para menguar su prestigio y el de su entorno familiar utilizando mercenarios y provocadores”.
Esto fue desmentido por la primera ministra Rosario Fernandez, dijo a la AP, que “no existe ninguna cosa como la que Vargas Llosa señala”. “Afirmar eso implicaría tener pruebas contundentes y es falso que el gobierno esté empeñado en una situación como esa”. Asegurando que el gobierno mantiene “absoluta neutralidad electoral” y que por el contrario “se brinda seguridad policial” tanto a Ollanta Humala como a Keiko Fujimori, desde el inicio de la campaña electoral.
Vargas Llosa, recogió la denuncia revelada por el diario La Primera, el 1 de mayo por el, donde se afirma que el plan recopilará datos sobre las actividades de Humala y neutralizará a quien se oponga a la realización de la operación, y la cual estaría financiado por empresarios mineros, quienes habrían contratado al presentador Jaime Bayly para atacar a Humala. El supuesto plan también buscaría utilizar medios de comunicación en contra de las propuestas de Humala. Según información difundida por el portal Hispano.com.