París.- La naturaleza se pone en su contra. El avión Solar Impulse, movido exclusivamente con energía solar, tuvo que suspender ayer su segundo vuelo internacional debido a problemas climatológicos que hacían imposible su despegue.
El aparato, que tenía previsto realizar el tramo Bruselas-París, se quedó en la pista de aterrizaje debido al fuerte viento y la lluvia belga, informaron sus creadores.
En el primer viaje internacional que realizó en quincena de mayo entre Bruselas y Payerne (Suiza) la aeronave necesitó 13 horas para completar el trayecto.
Pionero en su género, el Solar Impulse reserva energía solar gracias a 12,000 células fotovoltaicas que llenan sus baterías.
El avión, que tiene una envergadura de 63.4 metros (similar a un Airbus 340) y pesa 1,600 kilos (como un automóvil), ha sido pilotado por Andre Borschberg, quien ha sido su creador junto al suizo Bertrand Piccard.