Antes de cerrar el 2011, los chinos se dieron un baño de popularidad con el mundo, especialmente a los Estados Unidos, al revelar un programa espacial para los cinco próximo años.
La iniciativa del gobierno asiático es ambicioso y va más allá de lo hasta hoy avanzado. Por ejemplo, han estimado enviar un chino a la Luna o sus propios cohetes con combustible.
Los especialistas consideran que es un símbolo de fortalecimiento a nivel técnico, científico y económico frente a otras potencias que, a raiz de su anuncio, saldrían a la carga contra su proyección.
Para promocionar aún más su programa espacial, el gobierno chino publicó el "Libro Blanco", cuyo contenido resalta además que "utilizarán un combustible que no es tóxico ni contaminante".
Finalmente, destacan que los cohetes denominados Larga Marcha-5 podrán colocar en órbita cargas de 25 toneladas, señaló el portavoz de la Administración Espacial Nacional China, Zhang Wei.