Mientras el proyecto de ley SOPA (Stop Online Piracy Act) fue descartado en el congreso de EE.UU. por vacíos legales, la nueva amenaza de la red tiene nombre propio: ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement).
El principal propósito de ACTA es eliminar toda la piratería en línea, y en resumen, borrar del mapa a sitios web que albergan tales contenidos.
Es más, ya fue suscrito por Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda, que lo convierten en una bomba de tiempo más peligrosa que la ley SOPA.
De acuerdo a especialistas, ACTA plantea un marco legal en el terreno online para respetar los derechos de la propiedad intelectual de las empresas, personas y/o interesados en mostrarse al mundo.
Hay que resaltar que varios países que integran la Unión Europea también se sumaron a esta singular propuesta que imita la ley SOPA pero con mayor expansión en el mundo.