Los avances en la ciencia podrían ser aprovechados por las fuerzas armadas y en un futuro se podrán conectar armas directamente al cerebro de los soldados y crear medicamentos que mejoren el rendimiento del grupo de combate.
Los científicos esperan en el futuro utilizar la neurociencia durante una selección y entrenamiento de los soldados y elegir a aquellos con las mejores capacidades.
Lo que se busca es mejorar la capacidad de reacción del soldado en una situación hostil. No se descarta, sin embargo, una degeneración del cerebro con el paso de los años, producto de esta nueva técnica que se quiere implantar.