La directora general de Promsex, Rossina Guerrero, manifiestó hoy su preocupación frente al sufrimiento y riesgo innecesario al que se ven obligadas las niñas de continuar con embarazos producto de una violación.
Los recientes casos que han conmocionado a la opinión pública, dan cuenta de la escasa comprensión y conocimiento de lo que implica un embarazo a edades tan tempranas. “Las consecuencias de la maternidad en una niña suelen ser absolutamente contraproducentes y afectan su salud física y mental así como también recortan sus posibilidades de desarrollo personal y emocional”.
Por ello, Promsex sostiene que el embarazo producto de una violación y aún más en niñas, debe ser considerada una causal de aborto terapéutico. “Lamentablemente la falta de un protocolo de aborto terapéutico unido a una visión restrictiva por parte de los profesionales de la salud siguen permitiendo que día a día más niñas se conviertan en madres a edades cada vez más tempranas”, indicó.
“No podemos tolerar que más niñas sigan siendo madres a causa de la ausencia de un protocolo adecuado que les debería permitir acceder a un aborto terapéutico a tiempo, las consecuencias que ahora deben afrontar las niñas madres van desde la dificultad para socializar hasta desarrollar una depresión severa que las puede llevar al suicidio en cualquier momento”, acotó al respecto.