Casi 11 años después de la tragedia que estremeció y cambió completamente la vida de los neoyorkinos, el polvo que generó las explosiones de las torres gemelas de la Gran Manzana causó una serie de patologías entre los habitantes de la ciudad de los rascacielos.
Según estudios científicos, la gente que residía en los lugares siniestrados por los ataques terroristas fue mucho más vulnerable a contraer enfermedades o dolencias respiratorias Durante el pasado año. Ello lo confirma un análisis realizado por el Registro de Salud del World Trade Center (WTCHR).
Por su parte, el médico autor del estudio, Vinicus Antao, reveló que el mismo resalta la magnitud del atentado del 11 de setiembre al ver que varias familias que mantienen el polvo en sus viviendas presentan problemas respiratorios después de 5 ó 6 años del hecho.
Por último, se presentará una encuesta realizada a los residentes de las zonas aledañas al World Trade Center ante la Asociación Torácica Americana durante una reunión que se sostendrá el próximo miércoles.