Banner Tuvivienda
Jueves 18 de abril 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Domingo 28 de octubre 2012

El miedo

Por: Doia Riera i Compte.
El miedo
Foto: pepsodent.cl

El miedo es un sentimiento identificado a menudo con muchos momentos concretos de nuestra vida y que está impregnando nuestros actos. Podemos tener miedo a todo: miedo a perder lo que tenemos, miedo a perder la vida, miedo a perder el trabajo, miedo a quedarnos sin dinero. También tenemos miedo al éxito, miedo a ser nosotros mismos, miedo a ser demasiado felices, miedo a la gente, miedo a las habladurías, miedo a nuestra verdad, miedo a mostrarnos tal como somos, miedo a cambiar, miedo a lo desconocido, miedo a estar solos.

El miedo es innato y esencial y útil y nos protege, nos sitúa en estado de alerta; es un instinto básico de supervivencia.

Sin embargo, cuando notamos que entorpece nuestro presente, tenemos que aprender a manejarlo; es una energía que necesita movilizarse para que nuestra vida. cotidiana sea más dinámica y vital.

Vivir atrapados por el miedo nos crea una sensación de baja vitalidad y de parálisis.

A menudo nos encontramos en un estado de miedo psicológico que no está asociado a ningún peligro real o inmediato. Entonces el miedo puede adoptar formas distintas: preocupación, ansiedad, temor, fobia, nervios, desesperación, tensión.

Este miedo psicológico se refiere a algo que no está pasando aquí y ahora, algo que podría haber pasado o que podría pasar.

Tú estás aquí en este momento y en cambio tu mente te lleva a pensamientos de pasado o de futuro.

Tenemos que liberarnos de nuestras antiguas ansiedades, bloqueadas en el pasado, para poder ser capaces de distinguir exactamente el miedo que amenaza nuestro bienestar presente.

QUÉ ES LO QUE PODEMOS HACER

En el pasado hemos tenido determinadas vivencias que hemos asociado al miedo y pueden haber quedado congeladas en nuestro inconsciente.

De pequeños lo vivíamos y lo percibíamos todo con nuestros ojos de niño y con la emoción infantil, pero el mundo es muy distinto visto con los ojos de un adulto.

Conectar con nuestras emociones es un trabajo apasionante que nos puede dar muchas pistas, ya que en nuestro presente puede haber muchas sensaciones relacionadas con el miedo que provienen de malas experiencias pasadas no resueltas.

Ante todo tenemos que poder hacer un repaso a nuestra vida, desde sus inicios:

¿Cómo se desarrolló nuestra gestación?

¿Sufrimos alguna vivencia difícil o traumática?

¿Algún intento de aborto?

¿Y nuestra madre, sufrió algún incidente mientras estaba encinta?

¿Fue difícil, o largo, o doloroso, el alumbramiento?

¿Hubo momentos de sufrimiento, por parte del feto, justo antes de nacer?

¿De mis primeros años, recuerdo algún momento en que tuviera miedo?

¿Alguna película que me causara un gran impacto?

Debemos recordarlo todo, hasta llegar al día de hoy.

Tenemos que ser conscientes de todos nuestros miedos.

Situar estas experiencias nos permitirá no seguir viviéndolas como reales ni identificarnos con ellas plenamente.

Otro punto importante es observar cuales son los pensamientos concretos que tenemos escondidos detrás de este miedo; por ejemplo: "Me van a hacer daño". "No podré salir de ahí". "Si digo esto me van a juzgar". Es imprescindible que podamos concentrarnos en pensamientos más positivos: "Ahora estoy seguro".

"Es saludable que me exprese tal como soy". "Yo puedo".

Es bueno que respiremos mientras estamos sintiendo el miedo con la clara intención de hacerlo desaparecer, de no quedarnos pegados a el, porque cuando tenemos miedo disminuye mucho el ritmo de nuestra respiración. Cuanto menos respiramos, más crece este sentimiento de temor.

Vivir sin miedo es aceptar el momento presente y abandonarse con confianza a sentirlo y vivirlo (Con información de la revista La Eco).

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan