Vivir cerca de una carretera muy transitada está asociado a un aumento dramático en el riesgo de autismo infantil, así lo ha demostrado un estudio realizado en EE.UU..
La exposición temprana a la contaminación del tráfico, ya sea en el útero o durante el primer año de vida, tiene el doble las posibilidades de que un niño tenga la enfermedad, así lo afirman los científicos.
Los niños de hogares con los mayores niveles de contaminación del aire eran tres veces más propensos que los niños que viven en hogares que están menos expuestos.
Los expertos describieron el hallazgo como "importante", pero subrayaron que no demuestra un vínculo causal entre los productos químicos contaminantes y el desarrollo cerebral anormal.
Los resultados se publican en la última edición digital de la revista Archives of General Psychiatry. Sin embargo, los expertos británicos han dicho que los resultados deben ser interpretados con cautela.