Un equipo de astrónomos liderado por el Centro Internacional de Investigación de Radio Astronomía (ICRAR) ha logrado captar una imagen de la supernova más brillante jamás vista
En febrero de 1987, astrónomos que observaban la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana cercana, notaron la súbita aparición de lo que parecía ser una nueva estrella. En realidad, no se trataba del nacimiento, sino de la muerte de una estrella, un fenómeno conocido como supernova. Era, de hecho, la supernova más brillante jamás vista desde la Tierra.
Desde entonces, los restos de la supernova 1987A han seguido siendo objeto de investigaciones en todo el mundo.
Ahora los científicos han logrado las imágenes de mayor resolución de radio de la remanente de esta supernova, gracias al radiotelescopio CSRIO, en Nueva Gales del Sur, Australia.