Sábado 27 de abril 2024 | Contáctenos
Las conclusiones de la décima edición del Informe Planeta Vivo del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF) son alarmantes. El documento, emitido cada dos años, elaborado por la Sociedad Zoológica de Londres y las ONG Global Footprint Network y Water Footprint Network, presentado a la Unesco este martes 30 de septiembre, pone en conocimiento estos estremecedores datos.
El Índice del Planeta Vivo (IPV), que mide la evolución de la biodiversidad a partir del seguimiento de 10 380 poblaciones (grupos de animales en un territorio) que pertenecen a 3 038 especies de vertebrados, entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, es uno de ellos. El resultado es más que preocupante, el número de esas especies salvajes ha disminuido en un 52 por ciento entre 1970 y 2010. Puesto en palabras más simples, la mitad de las poblaciones han desaparecido en el tiempo de dos generaciones. Las especies más afectadas son las que viven en aguas dulces: estas registran una caída de 76 por ciento entre 1970 y 2010. Un porcentaje que casi duplica al de la desaparición registrado en el caso de las especies marinas y terrestres: 39 por ciento.
El informe precisa que si estas disminuciones conciernen a todo el planeta, las pérdidas más importantes se observan bajo los trópicos, 56 por ciento en el caso de los primeros contra 36 por ciento en el caso de las especies pertenecientes al segundo grupo. América Latina es la región más afectada: 83 por ciento de especies han desaparecido. Por el contrario, en las áreas terrestres protegidas, el indicador señala que la desaparición concierne “tan solo” al 18 por ciento de las especies en el periodo señalado.
Entre las principales amenazas que penden sobre las especies se encuentran la desaparición y la degradación de sus hábitats (deforestación, urbanización o agricultura), la caza y la pesca (para fines alimenticios o deportivos), la contaminación y el cambio climático, cuyos efectos se harán sentir con mayor contundencia.
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