Jueves 09 de mayo 2024 | Contáctenos
Jorge Acuña Artica, chef nacido en Morococha (alturas de Lima), se coronó como ganador del título Joven Pastelero Mistura 2015 al vencer en la final a otro joven talento de raíces piuranas. La final se realizó en el anfiteatro del campo ferial levantado por Apega en la Costa Verde.
Una piedra laja de Arequipa fue la fuente elegida por Jorge Acuña Artica para mostrar todo su arte y su técnica en la pastelería. Con tan solo una hora y segundos extra de trabajo, este hijo de mineros supo sacar oro de los productos que el jurado les dio a ambos competidores para convertirse en poseedor por mérito propio del Rocoto de Plata.
El Joven Pastelero 2015 llegó al concurso calladito, concentrado, como si se tratase de una pelea de box. Toda su fuerza, arte y técnica tenía que concentrarlas en sus manos. Por más que Jesús Alzamora, el maestro de ceremonias, intentaba hacerle bromas, él sólo sonreía y se concentraba en hacer que el chocolate, la leche, la harina, la naranja, la palta, la quinua, la chirimoya, la muña y otros ingredientes alcancen la combinación perfecta para conquistar al jurado. En la esquina contraria se encontraba un contendor con más barra, pero con igual de ansias que él por alcanzar el título que lo encumbren a la elite de la pastelería peruana.
Apoyado por una asistente asignada por Apega, Jorge Acuña utilizó sólo unos segundos más de los cinco minutos extra que el jurado les otorgó para culminar su postre en donde literalmente sembró su dulce sobre una piedra laja que descansaba en piedrecillas contenidas en una caja de madera con las que rendía un secreto homenaje a sus orígenes y a su padre minero.
Sobre aquella piedra la quinua, la harina, la naranja , la leche, el chocolate y los demás ingredientes encontraron el punto perfecto para conquistar el paladar de un jurado que tuvo una decisión muy difícil para elegir al ganador del título.
Al final, Ricardo Laca, coordinador de concursos de Mistura 2015, se puso al medio de ambos y -a la usanza de una pelea de box- levantó la mano de Jorge quien dejó la seriedad de la lucha para mostrar por fin la alegría del victorioso. Entre el público, su madre lloraba teléfono en mano hablando con su esposo y papá del ganador que se quedó allá en las alturas domando a la tierra para extraerle el mineral.
Con rocoto de plata en mano, así como dos pasajes de avión al Cusco y certificados para una cena en un exclusivo restaurante de la Ciudad Imperial y regalos de la firma Récord, Jorge se mantuvo en el escenario para atender a la prensa.
Dicen que Dios grabó sus mandamientos en páginas hechas de piedra. En este caso las piedras fueron de laja y sirvieron para que Jorge grabara su talento y entrara por la puerta grande al grupo selecto de ganadores del título de Joven Pastelero que entrega Apega.
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