Inmarsat, el principal proveedor de comunicación global móvil por satélite en el mundo, acaba de anunciar que la construcción y las pruebas sub sistemas correspondientes del satélite a ser empleado en la transformadora solución de conectividad en vuelo de la Red Europea de Aviación (en inglés EAN) quedaron realizadas según lo previsto por parte de Thales Alenia Space.
El importante logro se cumplió en tiempo en las ciudades de Toulouse y Cannes en Francia, tras un extenso proceso de construcción que llevó dos años. El modulo terminado de carga útil en la banda S fue enviado a principios de julio al centro de pruebas de Thales Alenia Space, ubicado en Cannes, donde la integración satelital de acoplamiento también se realizó exitosamente. Ahora, el satélite pasará por un riguroso sistema de pruebas de punta a punta, antes de ser declarado listo para el vuelo en el 2017.
La red EAN es la primera red integrada satelital y de aire a tierra del mundo, dedicada a ofrecer una verdadera experiencia de banda ancha en vuelo a la industria europea de la aviación, para millones de pasajeros que no han contado con acceso de banda ancha rápido, confiable o consistente durante sus vuelos.
El satélite fue diseñado a la medida para proporcionar servicios móviles por la vía satelital (en inglés MSS) a las aerolíneas que sobrevuelan las densas rutas europeas, sacando provecho de la asignación de espectro en la banda S de 30MHz (2 x 15MHz) de Inmarsat en todos los estados miembro de la Unión Europea, Noruega y Suiza.
Se integrará con una red terrestre basada en LTE que abarca alrededor de 300 sitios, operada por Deutsche Telekom, socio de Inmarsat. Las aeronaves pasarán automáticamente de conectividad satelital a conectividad terrestre empleando un comunicador de red a bordo para ofrecer los servicios de manera totalmente óptima.
En este sentido, Leo Mondale, presidente de Inmarsat Aviation, explicó: “La Red Europea de Aviación fue desarrollada particularmente para satisfacer las necesidades de conectividad de la industria de la aviación y es piedra angular de nuestra creciente red celular móvil en todo el mundo. Ofrecerá capacidades de alta velocidad de 75Mb/s con cerca de cero latencia, al sobrevolar Europa, de tal forma que el pasajero podrá gozar de una verdadera experiencia de banda ancha para utilizar juegos, streaming u otros servicios en línea, directamente a sus dispositivos personales inteligentes. Además, en vista de que no cuenta con partes movibles en la aeronave, la solución no solamente es muy ligera, sino que también es fácil de instalar, robusta y requiere muy poco mantenimiento.
“La construcción dentro del plazo pactado de nuestro satélite de haces múltiples, así como la red terrestre Deutsche Telekom de unos 300 nuevos sitios LTE por todo Europa, destaca el enorme progreso que hemos alcanzado con la Red Europea de Aviación. Este importante e innovador desarrollo, que reúne a Inmarsat y a importantes líderes del mercado en todo Europa, incluidos Thales, Deutsche Telekom, Nokia, Cobham SATCOM y OTE, fortalecerá la posición de la región como un innovador tecnológico en el mundo, y además representará un gran apoyo para el crecimiento permanente de su industria aérea”.
En los meses próximos, el nuevo satélite en la banda S de Inmarsat se colocará en una cámara de vacío térmico y sin presión para simular el entorno espacial, ciclado por temperaturas extremas altas y bajas para así garantizar que opera nominalmente. Posteriormente, pruebas mecánicas y acústicas replicarán el entorno de lanzamiento, y esto será seguido por una fase final de pruebas en la cual se comparan variaciones o desplazamientos de las medidas según lo establecido en el punto de referencia inicial. Una vez concluidas las pruebas, el satélite quedará listo para ser lanzado por SpaceX en Cabo Cañaveral en la Florida, evento programado para el 2017.
El director de tecnología de Inmarsat, Michele Franci, al respecto dijo: “nos sentimos muy orgullosos de haber llegado a este gran momento en tiempo y forma, y ahora vemos con entusiasmo hacia la siguiente fase de pruebas, que van a garantizar que el satélite se encuentre libre de cualquier falla y que resistirá los arduos entornos del lanzamiento y del espacio. Esto incluirá una verificación completa de todos los componentes para garantizar que cada uno opera dentro de sus parámetros definidos”.