Desde la habilitación del videojuego Pokémon Go en el Perú, debido a las implicancias del juego, es más que notoria la cantidad de niños y jóvenes conectados a dicha aplicación.
En este contexto, muchos padres de familia se preguntan si es que es bueno que los niños pasen tiempo jugando con realidad aumentada, y si es que es posible que el juego los lleve a la adicción.
Los videojuegos, como Pokémon Go, pueden tener consecuencias positivas en la población infantil. Por ejemplo, está comprobado que los niños que los juegan responden 0.02 segundos más rápido a un estímulo externo que un niño promedio.
No obstante, también hay aspectos negativos que pueden agravarse siempre que los padres de familia no asuman bien su rol y pierdan el control de la situación desde un inicio.
“Es preferible que los niños menores de cinco años no usen videojuegos, incluso los educativos, ya que las pantallas de dispositivos electrónicos interfieren con la producción en el cerebro de melatonina, por lo que el menor dormirá más tarde de lo habitual”, indicó Enrique Gordillo, Educador y Docente de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa.
Enrique Gordillo agregó que hay investigaciones que han demostrado que niños que consumieron este tipo de juegos durante cuatro años, presentaron cambios fuertes en su personalidad.
Por ello, el Docente de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa destacó cinco señales para reconocer una posible adicción a los videojuegos:
- Tiempo: Si es que el niño excede las 20 horas a la semana consumiendo videojuegos, puede haber problemas.
- Mal genio: Si es que el niño reacciona de forma irritable en extremo cuando, como castigo, el padre le quita el dispositivo de juego.
- Cambio en el patrón: También puede haber un problema de adicción si es que el niño deja de jugar con sus amigos para hacerlo solo o encerrado en su habitación.
- Gustos de lado: Hay que prestar atención a la situación si es que reemplaza actividades que le gustaba o solía hacer por dedicar horas al videojuego.
- En vela: Los niños deben dormir bien para poder crecer. Pero se puede identificar una situación complicada si es que el niño emplea horas de sueño para jugar.
“Es importante destacar que pasar más de 20 horas a la semana frente a los videojuegos impacta de forma negativa en las notas escolares, desde la disminución en las horas de sueño hasta la segregación de dopamina que se genera por las ansias de seguir jugando”, remarcó Enrique Gordillo.
En caso se identifiquen uno o más de estos factores, lo recomendable es hablar directamente con el niño, revisar sus calificaciones, prestar atención a los vínculos en ámbitos sociales, y buscar si se considera necesario ayuda profesional.
“Como alternativa, los padres pueden optar por compartir con los niños actividades e intereses que generen las mismas emociones y sensaciones fuertes. Dependerá de los gustos e intereses de sus hijos la elección de dichas actividades”, enfatizó Docente de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa.