El aumento de temperatura podría tener alguna repercusión en los pacientes con epilepsia, especialmente en aquellos que toman cierto tipo de medicamentos, informaron especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) del Ministerio de Salud (Minsa).
"Si bien no hay evidencia sólida sobre el efecto del calor en las personas con epilepsia, en determinadas situaciones las altas temperaturas podrían actuar sobre todo a quienes se les prescribe el medicamento fenitoina", señalo Walter de la Cruz Ramírez, médico neurólogo del INCN del Minsa.
El exceso de sudoración de los pacientes podría disminuir la concentración de este fármaco, con el consiguiente riesgo de que aparezcan o aumenten la frecuencia de las crisis convulsivas. Por el contrario, el topiramato, otro fármaco antiepiléptico, es un reductor de la producción del sudor, lo que aumenta el riesgo de que el paciente presente un golpe de calor.
El especialista recomendó que independientemente del lugar donde viva y la estación del año en el que se encuentre, la persona con epilepsia debe seguir estrictamente las indicaciones médicas, como tomar regularmente su medicación, dormir sus horas completas y evitar consumir alcohol y drogas.
También puede realizar actividad física e ir a la playa o a la piscina, aunque es mejor estar acompañado de algún familiar o amigo que sepa como apoyarlo sí tuviera alguna crisis epiléptica.