Según los informes, empleados de Huawei fueron sorprendidos ayudando a los gobiernos africanos a espiar a la oposición

Estados Unidos ahora tiene otro caso reportado de fechorías relacionadas con el espionaje que puede señalar como una prueba adicional de por qué la prohibición de Huawei debería permanecer vigente.

El gigante chino de la electrónica de consumo está nuevamente bajo escrutinio, esta vez por un informe del Wall Street Journal que encontró que algunos de sus empleados ayudaron a los gobiernos africanos a controlar la oposición política utilizando datos celulares para espiar sus movimientos. Según se informa, esos técnicos de Huawei también ayudaron a los gobiernos a rastrear cuentas de redes sociales e interceptar comunicaciones cifradas.

Este tipo de hallazgo refuerza el caso que Estados Unidos ha estado haciendo contra la compañía, que es que la compañía está tan estrecha con el gobierno central de China que no se puede permitir que se establezca aquí para que no se abra la puerta al espionaje chino. No es que la prohibición de Huawei parezca levantada en el corto plazo, lo que ha causado innumerables dolores de cabeza para las ambiciones de teléfonos inteligentes de la compañía y especialmente para algunos de sus próximos lanzamientos de teléfonos de alto perfil.

Estados Unidos también tenía muchas municiones para respaldar su postura, que incluía que el Departamento de Justicia presentara una serie de cargos criminales en enero que alega que el CFO de Huawei cometió fraude electrónico, entre otras cosas. La prohibición aún está vigente, lo que ha llevado a Huawei a comenzar a cambiar su operación para poner más de su destino en sus propias manos, como depender menos de las ventas de teléfonos en el extranjero y trabajar en su propio sistema operativo móvil.

Según el WSJ, que tampoco encontró evidencia de espionaje respaldado por el gobierno chino en el continente, no parece haber sido consciente de lo que sucedía en Huawei en China. Las actividades que se llevaron a cabo tampoco estuvieron vinculadas a las características de los teléfonos Huawei específicas de esos dispositivos.

En cuanto a lo que supuestamente ocurrió, el informe detalla dos casos separados en Uganda y Zambia. Como parte de la primera, los técnicos de Huawei se escondieron en la sede de la policía de Uganda para usar software espía fabricado en Israel para romper mensajes cifrados pertenecientes a un rapero y activista, Bobi Wine. Esos técnicos de Huawei lo hicieron, según el WSJ, después de que un equipo cibernético de Uganda solicitó la ayuda.

En Zambia, continúa el informe, los técnicos de Huawei ayudaron a los funcionarios del gobierno a acceder a teléfonos y páginas de Facebook de bloggers de la oposición por un sitio que criticó al presidente Edgar Lungu. Eso llevó a los arrestos de esos bloggers.

En respuesta a esta noticia, Huawei respondió con fuerza, diciéndole al periódico que "nunca ha estado involucrado en actividades de pirateo".

"Huawei rechaza por completo estas acusaciones infundadas e inexactas contra nuestras operaciones comerciales", dijo el portavoz al Journal. “Nuestra investigación interna muestra claramente que Huawei y sus empleados no han participado en ninguna de las actividades alegadas. No tenemos los contratos ni las capacidades para hacerlo".