Restos fósiles de un nuevo espécimen con el lomo jorobado fue encontrado por un grupo de científicos en el yacimiento de Las Hoyas (España).
La joroba en el lomo del animal medía al menos 40 centímetros y pudo haberle servido para comunicarse con otros miembros de su especie, segén estudios de los expertos. Su descubridor, el español Francisco Ortega, lo llamó Concavenator corcovatus, que significa “el cazador jorobado de Cuenca”.
Ortega indicó que la joroba pudo haber sido usada para almacenar grasa o regular la temperatura corporal, pero coincidió con los científicos en que tambien la utilizaban para diferenciarse o comunicarse entre sí.
Sin embargo, el hallazgo de un único espécimen solo da lugar a especulaciones y es difícil saber qué quiso proyectar la joroba, finalizó.