Un estudio publicado recientemente por investigadores del Instituto del Cerebro en la Universidad de Utah ha encontrado que en quienes viven en estados de mucha altitud aumenta significativamente el riesgo de suicidio.
Si bien hay una variedad de causas de suicidio Perry Renshaw coautor del estudio Renshaw y sus colegas encontraron que para quienes viven a una altitud de unos 6.500 metros sobre el nivel del mar aumenta el riesgo en una proporción de cerca de un tercio.
Una teoría sugiere que la ingesta sutil pero más bajos de oxígeno en estos niveles puede complicar los desequilibrios metabólicos que son más pronunciados en personas con depresión y otras enfermedades mentales.