Científicos en Boulder, Colorado, afirman que probaron lo que todo joven aprende en su aula sobre la teoría de la relatividad de Albert Einstein: que el tiempo vuela en las alturas pero, paradójicamente, se hace más lento cuando la gente toma velocidad.
La premisa básica de la teoría elaborada por Einstein a principios del siglo XX fue comprobada décadas atrás con un reloj atómico enviado al espacio en un cohete y comparándolo con otro que permaneció en la Tierra, donde los efectos del campo magnético terrestre son más fuertes y la gravedad actúa ralentizando el paso del tiempo.
Pero ahora, experimentos en el National Institute of Standards and Technology (Instituto Nacional de Normas y Tecnología) permitieron a los físicos demostrar esta teoría en facetas más pequeñas de la vida cotidiana.