Si hace unos días los jugadores de Boca Juniors se enfrescaron en una gresca, ahora Mario Balotelli y Jerome Boateng, del Inter de Milan, protagonizaron un hecho similar que los convirtió en Rocky Balboa. Sin embargo, la sangre no llegó al rio y, ante el pedido de los presentes, se envolvieron en un abrazo.
Los hechos sucedieron cuando Balotelli cometió una falta "descalificadora" contra Boateng, que desencadenó en un fuerte intercambio de golpes. Sin embargo, los hechos no pasaron a más y sus compañeros los separaron de inmediato.
Más tarde, ante el pedido expreso del cuerpo técnico, ambos jugadores se abrazaron y dieron por terminado el incidente. Por ello, los jugadores no serán sancionados.