Un niño que padece de un extraño desorden genético que retrasa el desarrollo de varias capacidades, incluida el habla, ahora puede comunicarse gracias a una nueva aplicación que ha credado la Universidad de Wake Forest .
La aplicación permite que los padres y personal de atención a discapacitados saquen fotografías y graben frases adjuntas a las imágenes. Con esa información, se muestran "botones" en la pantalla, y Víctor puede tocarlos cuando quiere comunicarse.
Por ejemplo, una imagen del jardín puede ir acompañada por la grabación de una oración como: "Quiero salir a jugar". Cuando Victor toca la imagen, sus padres o profesores saben lo que quiere.