Especialistas británicos de la Universidad de Keele señalaron que las palabrotas pueden aliviar el dolor, informó Minutodigital.com. Para esto dividieron a los participantes del estudio en dos grupos: uno conformado por los que hablan menos de 10 palabrotas diarias, mientras que el otro estaba integrado por los que dicen más de 40 groserías al día.
El estudio consistía en que todos los participantes de la investigación tenían que sumergir sus manos en agua helada y mantenerlas allí todo el tiempo que podían.
Primero tenían que hacerlo repitiendo una palabra sin connotación grosera y luego volver a hacerlo repitiendo cualquier palabrota. Resultó que aquellos que no suelen usar este tipo de palabras en su vida habitual, aguantaron 45 segundos más blasfemando que no haciéndolo.
De acuerdo con el investigador jefe Richard Stephens, el estudio reveló que las palabrotas provocan una emisión de endorfinas que bloquean el dolor si es que este es leve.