Damasco.- El régimen tiránico del presidente sirio Bashar Asad volvió hoy a disparar contra su propia gente lo que provocó una nueva jornada sangrienta que ha sumido en el caos al país del Medio Oriente.
Según informó la cadena Al Yazira soldados sirios dispararon contra manifestantes en la ciudad de Deera que asistían al funeral de opositores que cayeron días atrás en protestas contra el gobierno al pedir democracia.
“Estamos totalmente sitiados. Esto es una tragedia. Muchas casas están siendo destrozadas por los bombardeos. Y desde hace seis días no ha podido entrar una sola ambulancia”, citó la agencia AFP en una noticia difundida por la cadena catarí.
Al menos 62 personas murieron ayer en una jornada catalogada como el “Viernes de la Ira” contra el presidente Asad.