Londres.- Tras la gran fiesta vivida ayer en el palacio de Buckingham por su boda, los nuevos esposos, los príncipes Guillermo y Catalina de Inglaterra, han vuelto a sus actividades privadas entre las que se encuentran la organización de su luna de miel.
El asunto es manejado con absoluta discreción y la prensa británica no ha podido señalar con certeza el lugar escogido por la pareja que en un futuro se convertirán en reyes de Inglaterra.
Hasta el momento los rumores señalan algunos puntos en Australia, África y hasta el Caribe.
Se sabe que el príncipe tiene una licencia de dos semanas en su trabajo como miembro de los equipos de salvamento y rescate de la real Fuerza Aérea (RAF, por sus siglas en ingles) en la isla de Anglesey (Gales) y, según aseguran los medios locales, ni siquiera le ha dicho a Catalina a dónde van a viajar.