Los Ángeles.- La fama empieza a jugarle malas pasadas a la estrella del pop Katy Perry, quien está a punto de comenzar una gira de conciertos en EE UU y al que ha puesto una serie de requerimientos extravagantes.
Por ejemplo, la intérprete de California Gurls ha pedido a los organizadores de sus conciertos que les dejen claros a los choferes de la gira que no la miren ni le hablen, ni siquiera por el espejo retrovisor. Ni pensar en pedir autógrafos o fotografiarse con ella tampoco.
Perry también quiere para su camerino lámparas de estilo francés, dos sillas con formas de huevo, gran variedad de frutas y verduras frescas. Además, toda la decoración debe ser en base a flores de color blanco, morado o rosado, pero de ninguna manera claveles.