Un 31 de mayo de 1970, el Perú sufrió una de las peores catástrofes en su historia, tras producirse el devastador terremoto de 7.8 grados Richter que sepultó la ciudad de Yungay, en Áncash.
Dicho movimiento telúrico dejó miles de fallecidos, heridos y desaparecidos. Su epicentro fue localizado frente a las costas de Casma y Chimbote. Asimismo, se supo que la magnitud del fenómeno originó el desprendimiento de un bloque de nieve y hielo del pico oriental del nevado Huascarán que generó un alud que terminó por desaparecer al pueblo de Yungay.
Por tal motivo, el día de hoy que se conmemoran 41 años de aquella triste jornada, los pobladores huaracinos participarán de una misa de honras que se realizará en el sagrario San Sebastián a partir de las 9 de la mañana, para luego visitar el cementerio Presbítero Villón y asistir al Parque de la Amistad Internacional, para una ceremonia donde se izarán las banderas de los países que colaboraron con las víctimas del terremoto.
Por su parte, el viceministro de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación, Idel Vexler, informó que más de 8 millones de estudiantes, 500 mil profesores, 200 mil trabajadores administrativos y padres de familia, junto con autoridades locales y regionales, participarán hoy del segundo simulacro nacional de sismo en tres turnos: A las 10 de la mañana en la educación matutina, 3 de la tarde en el horario vespertino y 8 de la noche en el nocturno.