Kelly Osbourne dice que siempre ha tenido problemas con sus pies, hablando de juanetes y pies planos pero no tenía idea que estaba con un pie roto, hasta que fue al médico.
Ella misma dice que tenía la molestia por varias semanas pero que no le dio importancia, ya que sufre de dolores por los juanetes, hasta que un médico le dijo que tenía el pie roto y que tenía que someterse a una operación o ser enyesada.
La hija de Ozzi no quiere ni lo uno, ni lo otro y está tratando de posponer lo inevitable, ya que de seguir así podría complicarse su fractura.
Kelly dice que debido al trabajo no puede tomarse un tiempo para recuperarse del todo de la fractura, cualquiera de los dos métodos sería perjudicial, por el momento estará en observación hasta que ella misma diga que tratamiento va a seguir.