El fotógrafo David Slater, que captaba a un grupo de monos, recibió la sorpresa de su vida al distraerse por un momento y ver a los primates jugando con su herramienta de trabajo.
La peculiar escena no pudo tener un inusual final, ya que los monos jugaron con la cámara y trípode y, sin querer queriando -tal vez-, se fotografiaron en diversos ángulos.
“Deben haber tomado cientos de fotos para el momento en el que logré recuperar mi cámara”, explicó sorprendido Slater, quien es tema de interés en la red social Twitter.
Al margen de lo acontecido, contó que vivió tres días al lado de ellos. “No mostraron ningún tipo de agresión, solo estaban interesados en las cosas que llevaba”, agregó.