Berlín.- En una medida polémica las autoridades alemanas de la región de Baviera decidieron destruir la tumba del ex dirigente nazi Rudolf Hess, en donde descansaban desde su muerte en la década de los ochenta.
Según informó el diario Süddeutsche Zeitung, las autoridades no aceptaron renovar la concesión familiar donde reposaba el responsable nazi, quien falleció el 17 de agosto de 1987, por temor a que se convirtiera en un lugar de peregrinación de grupos neonazis.
El diario señaló que los familiares de Hess incinerarán sus restos y las esparcirán en el mar.
En los últimos años los habitantes del municipio de Wunsiedel han mostrado su malestar debido a la llegada de miles de fanáticos neonazis por el mes de agosto para rendir homenajes al fallecido dirigente nazi.