Más vale prevenir que lamentar. Esa sería la lección que saca el actual presidente Alan García, quien confirmó que no estará presente en la toma de poder en el Congreso de su sucesor Ollanta Humala este jueves 28 de julio.
En declaraciones a la radioemisora RPP, García aseguró que quiere evitar los abucheos de los nuevos parlamentarios durante la investidura, una situación que ya vivió en 1990 cuando entregó la banda a Alberto Fujimori.
“Los parlamentarios aprovechan para hacer sus ruidos y sus gritos y no es bueno para el país, no es bueno ante los ojos de nuestros visitantes extranjeros y finalmente no es bueno para mí porque eso ya lo sufrí en el año 90”, sostuvo.
García aprovechó para reiterar que no se trata de un desaire a Humala ni mucho menos algo inconstitucional pues la Carta Magna no le exige estar presente en el hemiciclo legislativo para entregar el poder a su sucesor.
Se espera que la última aparición pública de García como mandatario sea el jueves en la mañana el Té Deum en la Catedral de la Plaza de Armas.