Londres.- La justicia inglesa dio hoy un duro golpe al millonario negocio de la mercadotecnia de George Lucas. Y es que el Tribunal Supremo británico dictaminó que Andrew Ainsworth, un ciudadano británico de 62 años que en 1977 diseñó los uniformes y cascos blancos de los soldados imperiales de la saga La Guerra de las Galaxias, podía seguir vendiendo réplicas en Europa.
Ainsworth llevaba una larga disputa judicial con Lucas, quien argumentaba que estaba cometiendo una fragante violación a las leyes de propiedad intelectual en el Viejo Continente.
El tribunal, sin embargo, señaló que el diseño de los trajes no supone bajo las leyes de la Unión Europea una obra artística por lo que podrá hacer negocio de las réplicas que logran millonarias ventas.
El Tribunal Supremo sí recalcó que Ainsworth no podrá exportar las réplicas en Estados Unidos porque allí sí violaría la legislación vigente.
Lucasfilm consideró, en un comunicado, que la decisión de la justicia británica pone en riesgo la protección intelectual de los trabajos artísticos y creativos diseñados para el cine en el Reino Unido.