"Tuvo adicción a las pastillas. Pero de eso hace ya tres años", comentó el actor a finales del mes de julio en referencia a los problemas de drogas de su esposa Melanie Griffith, asegurando que los estupefacientes fueron los causantes de sus crisis matrimoniales.
Pero todo ha sido superado según la actriz estadounidense que afirmó en una entrevista con la revista "AARP": "Antonio fue un apoyo en la medida en que puede serlo, pero si no eres un alcohólico o un drogadicto, y te das cuenta de que tu mujer está mal, es difícil de abordar. Fue muy extraño para él. La adicción es mía, no suya", informó Europapress.es.
Sin embargo, Griffith ha reconocido que hace tres años recayó en los fármacos: "Empecé con pastillas para el dolor cuando me lastimé la rodilla esquiando y seguí tomándolas. Los niños lo sabían y Dakota y Stella le pidieron a Antonio, que se encontraba en Londres, que volviera. Me fui a rehabilitación durante tres meses".
Por otro lado, Antonio Banderas cree que: "Ocultar [los problemas] es peor, porque los niños son muy inteligentes (...) Si no se habla abiertamente de los problemas es malo. Afecta al matrimonio y a los hijos".