Los funerales del ejecutado Troy Davis han despertado una polémica en Estados Unidos con respecto a la abolición de la pena de muerte. Cientos de personas asistieron con camisetas azules donde aparecía la frase “I am Try Davis” (Yo soy Try Davis) mostrando así su descontento con la fatal decisión que causó la muerte de Davis.
Troy Davis fue condenado a la pena de muerte por ser acusado por el asesinato de un policía en 1989; él clamó su inocencia hasta el último de sus días.