En una edición más de Bailando por un sueño, el conductor Marcelo Tinelli retó a pelear al soñador Tito Speranza para que al final reciba algunos 'piñazos' decretándose el final.
Tinelli pide un par de guantes de boxeo a la producción, pero resultaron ser los dos de la misma mano, hasta que se los cambian por otros de color rojo.
Marcelo, muy arrogante lo desafía y antes de comenzar el round, le dice que, “No hay que fomentar la violencia y demostremos a los chicos cómo se dan los típicos golpes, porque yo soy ‘docente’ en eso”.
Pero los dos se iban corriendo y pegando tratando de divertir al público, hasta que a Tito se le escapa la mano y le acierta algunos golpes.