Después que saliera a la luz que el matrimonio entre Kim Kardashian y Kris Humpriest estaba terminándose tras 72 días de haber estado casados, ya que rumores aseguraban que la actriz estadounidense lo habría hecho para subir y/o mantener el rating de su reality show.
Ahora, la socialité ha desmentido los rumores y ha confesado que se sintió “como si estuviera en una montaña rusa de la que no podía bajar", en referencia a cómo había tratado los medios su relación con el basquetbolista de la NBA.
Además, la más famosa de clan Kardashian aseguró en su defensa: "Soy una romántica empedernida, amo con todo mi corazón y toda mi alma. Quiero una familia y una vida real, puede que me precipitase con este matrimonio pero tengo que seguir a mi corazón. Nunca tuve la intención de herir a nadie y acepto toda la responsabilidad por mis acciones".
Finalmente, la celebrity que participa en el reality show “Keeping with Kardashians” aseguró, para acallar los rumores, que: "Voy a donar todo el dinero que recaudé con mi boda a la Fundación Sueño".