Brasilia.- El ministro de Trabajo de Brasil, Carlos Lupi, renunció a su cargo tras una serie de denuncias de corrupción en su contra, pero insistió con ser víctima de una persecución.
“Teniendo en cuenta la persecución política y personal de los medios, tomando en cuenta el fallo de la Comisión de Ética, he decidió renunciar al cargo”, señala el comunicado entregado por Lupi a la presidenta Roussef.
Según informa el diario Folha de Sao Paulo, miembros del Ejecutivo le hicieron conocer a Lupi acerca de la decisión de la jefa de Estado, a su retorno de Venezuela, sobre su salida por causarle daños a la imagen del Gobierno.