El actor asistió a un concierto de Iggy Pop en el Hollywood Palladium de Los Ángeles el pasado jueves, donde Robyn Ecker, de 52 años, asegura que los guardaespaldas de Depp la cogieron por las muñecas y la tiraron al suelo después de bailar demasiado cerca de la zona VIP en la que se encontraba el actor.
Tras el incidente, Ecker - que pagó 600 dólares (447 euros) por cada una de las entradas del concierto como regalo de cumpleaños de su marido - se fue al hospital para comprobar que no tuviese heridas graves, y luego puso una denuncia en el departamento de policía de Los Ángeles, según publica bangshowbiz.com.
Los oficiales están ahora intentando ponerse en contacto con Depp y sus guardaespaldas para interrogarlos.
Según la información publicada en TMZ.com, el asistente de Ecker confirmó que ella y su marido habían estado bebiendo durante la tarde, mientras que una fuente legal afirmaba que estaba borracha en el momento de poner la denuncia.